En busca de «Una sabiduría nueva»

Participantes:

Dieciséis hermanas, en edades comprendidas entre 64 y 72 años.

Lugar, Residencia-Tortosa      Fecha:  19-20/03/2022

Acogida, alegría, armonía y mucho más…

 En el encuentro reflexionamos sobre:

  • Madurez en tiempo de sabiduría.
  • Cómo hacer que te pasen cosas buenas.
  • Aprender la sabiduría del cuidado de “sí misma”.
  • Compartir aprendizajes de sabiduría y buenas prácticas.
  • Iniciación al Chi Kung.

PRIMER DÍA

En la sesión inicial, de acogida y relajación, recibimos una frase personal que compartimos, en dos círculos concéntricos, girando en cada ocasión, con una hermana distinta. Fuimos expresando, desde nuestro “yo personal”, lo que nos ayuda a reconocer la experiencia desde la frase entregada y responder a cómo me siento reflejada en ella.

Lo escribimos, en unos posits indicadores que nos ayudan a reconocer la experiencia y que nos hablan de “buenas prácticas” y “aprendiendo sabiduría”.

  •  Madurez en tiempo de sabiduría.

Se nos dieron una serie de indicadores que ayudaron a reconocer la experiencia de la madurez como tiempo de sabiduría. Después de una lectura pausada los colocamos según unas claves en relación a la experiencia en estos momentos de la vida.

  •  Visionamos por medio de una entrevista a Marian Rojas, psiquiatra, “CÓMO HACER QUE TE PASEN COSAS BUENAS”. 

Después de un tiempo de reflexión personal compartimos en asamblea los ecos de lo escuchado. Algunas afirmaciones significativas fueron, que “la felicidad no es lo que pasa, sino cómo lo interpreto” y que comprenderme, alivia.

  •  Iniciación al Chi Kung. No faltó este espacio de relajación y buen hacer, nuevo para algunas, antes de concentrarnos en la reflexión, de la tarde, más profunda.
  • Lectura de varios fragmentos del libro “Aprender la sabiduría del cuidado de sí mismo” de Emma Martinez, it –  1ª parte –

Presentación, trabajo personal, diálogo en grupo en torno a:

  • La sabiduría del cuidado.
  • De “sí mismo” o la cuestión del “yo.”
  • El cuidado de sí misma en todas sus dimensiones: nuestro ser corporal:
    • Somos un cuerpo.
    • Somos un yo psíquico, afectivo-sexual.

-2ª parte –

  • Somos un yo relacional.
  • Somos un yo racional.
  • Somos un yo espiritual
  • Sabiduría cristiana del cuidado de sí misma.

  Al finalizar la tarde vimos la película “Un amigo extraordinario”.

  Nos dio bastante para comentar en la línea de lo que habíamos trabajado:

  • A afirmar una vez más la importancia de acogernos, amarnos, con los defectos, las limitaciones…
  • Comprometernos a descubrir y poner en evidencia lo bueno en el otro, es lo que hace posible el cambio en la persona.
  • A saber gestionar el genio, el carácter.
  • A expresar los sentimientos.
  • Guiar sin imponer.

 SEGUNDO DÍA

 “Aprender la sabiduría del cuidado de sí mismo”  de Emma Martinez, it   – 2ª parte –

Seguimos la misma metodología que en la primera parte con reflexiones que nos pusieron en juego con el grupo de hermanas del grupo.

Tratamos apartados muy importantes, destacamos los puntos que abarca el afectivo-sexual, sin dejar de dar una importancia a los otros apartados:

  • Reconciliarse con la propia historia.
  • Desarrollar el amor a una misma.
  • Reconocer y encauzar nuestras emociones.
  • Saber gozar e integrar el placer en la vida, el juego, la fiesta, el arte…
  • Saber integrar la frustración y el dolor.
  • Saber decir Yo, tú, nosotros.

Compartir aprendizajes de sabiduría y buenas prácticas.

Como puesta en práctica, compartimos en grupos pequeños y después en asamblea las buenas prácticas y los aprendizajes de  sabiduría.

Algunas de las muchas que expresamos:

  • La amabilidad, la suavidad, la escucha, “el saber nombrar” crea un ambiente sano y armónico
  • Importa mucho “gestionar” el modo de ser y expresar los sentimientos.
  • Saber parar a lo largo del día parpa tomar conciencia de lo que estoy viviendo y qué sentimientos tengo
  • Abrirse a lo trascendente es tarea esencial. Exige gratuidad e interioridad.
  • Hablar y escuchar desde la vida (experiencia) ayuda y fortalece nuestros vínculos de hermanas

Nuestro yo espiritual tuvo su momento central con la participación, cada día, en la Eucaristía, unidas a las hermanas de la comunidad de la casa.

Terminamos con un tiempo de ORACIÓN COMPARTIDA en el oratorio. Todas teníamos delante una de las construcciones geométricas, con arcos, círculos, espirales basadas en su autor Fibonacci que nos llevó a expresarnos, de nuevo, desde nuestro “YO” y desde lo esencial en nuestras vidas, Jesús, porque estar  centradas en Él , es VIVIR y con Él deseamos avanzar en el cuidado de todas las dimensiones, como personas trascendentes, creyentes, humanas.

Agradecemos al Equipo de formación toda la dedicación y esmero que han manifestado en la selección de los documentos y en la distribución y organización del encuentro.

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