Testimonio Semana Santa en Portugal

“En salida”

En dimensión vertical  y horizontal

Comenzamos la Semana Santa el Domingo de Ramos y deseé vivirla como si fuera la última de mi vida, asumiendo el compromiso de vivirla teniendo como símbolo las dos dimensiones de la cruz de Cristo:

En el madero vertical la dimensión de interioridad y apoyándome en la riquísima liturgia de la semana, participando activamente en las celebraciones y en ellas “llenando” el alma del don de Dios, adentrándome en los sentimientos de Jesús vividos en su Pasión, y “contemplando para alcanzar Amor” (S . Ignacio).

Y en el madero horizontal la dimensión de la fraternidad para “salir” al encuentro de los hermanos, donde Jesús vive hoy su pasión vestido de pobre, frágil, necesitado y vulnerable, solo, inmigrante, refugiado, etc.

El lunes y martes santo fueron días para derramar, desde dentro, todo el perfume de mi vida al Corazón de Jesús, no sólo haciéndolo todo para Él, sino como Él. Derramé el perfume de la caridad sobre mis hermanos más necesitados y me comprometí con otros voluntarios a “trabajar” el madero horizontal de la cruz, preparando alrededor de 400 canastas de alimentos para ayudar a familias necesitadas. Con el apoyo de alrededor de 30 voluntarios, compramos y pedimos el apoyo de comercios y de muchas personas, y distribuimos a familias necesitadas, incluidos inmigrantes, refugiados, etc. Era el perfume de nuestra vida para ser derramado sobre los “pies de Jesús” hoy.

Para entrar en el espíritu del Triduo Pascual organizamos una Vía Sacra pública, abierta a toda la ciudad. Fue una caminata de 3 horas por las calles de la ciudad, desde un lugar de muerte, Pelourinho, hasta un lugar de Vida, el Santuario del Senhor Jesus da Piedade, donde después de la Via-Sacra muchas personas van a confesarse. Todas las parroquias y movimientos de la Iglesia están invitados a participar y llevar la Cruz en una estación. Los testimonios que escuché de algunos participantes nos motivan a no dejar esta manifestación pública de nuestra fe: “Encontré la paz”, “mi fe aumentó”, “al final me confesé”, “hoy yo también puedo ser un cirineo de alguien”, “dime en qué puedo ayudarte”,” ¡cuánto sufrió Jesús ¿por qué me quejo tanto!” Testimonios como estos nos ayudan a superar las dificultades y el cansancio de la organización. Y…dejo que resuene el pensamiento de Teresa de Jesús “Nunca os apartéis de la Cruz ni la dejéis”.       

JUEVES SANTO, DIA DEL AMOR

Un día para saborear “desde dentro” el compromiso de JESÚS al extremo.

Todo está dado, Jesús nos deja en testamento la EUCARISTÍA, el sacerdocio, el mandamiento nuevo y nos enseña a vivir con un delantal a la cintura, lavando los pies de nuestros hermanos. “Te di ejemplo. Como hice yo, hazlo tú también”

Tenemos un programa de vida por delante: ¡Amar como ÉL!

… Fuimos, después de las celebraciones, a pasar dos horas conviviendo con personas vulnerables en un centro de acogida temporal en Elvas… mujeres víctimas de violencia doméstica, personas que perdieron sus trabajos y no pueden pagar el alquiler de su casa, alcohólicos y drogadictos, inmigrantes víctimas de explotación laboral, gente que fue testigo de homicidios y suicidios y dejó de creer en la vida… Estuvimos allí para reflexionar con ellos sobre el gran Amor de Jesús, sobre la Esperanza en la vida y decirles: DIOS NO SE CANSA DE TI, LE HACES FALTA A JESÚS, ÉL TE AMA.

VIERNES SANTO: ADORANDO A JESÚS EN LA SANTA CRUZ Y EN LAS “NO SANTAS”

 En este día de dolor interior, en el que Dios ofreció su vida por nosotros, adoramos la Cruz, rezamos por el mundo entero, por todos los que mueren este día y por los que precisan “Cirineos” que les ayuden a llevar la Cruz y “Verónicas” que les limpien el rostro “Siempre con la mirada puesta en Jesús”, como nos repite S. Teresa de Ávila, también nosotros celebramos este día en la cárcel de Elvas.

De los 64 internos que “sobreviven” allí, 52 se apuntaron a la vía sacra. Fue una celebración de profunda emoción, ya sea por la forma en que participaron, con dignidad, respeto, silencio, oración, y por los testimonios espontáneos que  nos ayudaron, una vez más, a no abandonar a estos hermanos que tienen tanta sed de Dios aun sin saberlo. En cierto momento de la celebración, uno me dijo: “Si Dios no vino por nosotros, ¿por quién vino? El Señor vino por cada uno de nosotros, nos acepta como somos, nunca se da por vencido con nosotros y nunca nos pregunta “¿quiénes eran ustedes?, sino ¿quién eres tú?. Nunca se cansa de amarnos.

Al final cantaron con todo fervor el canto “NADIE TE AMA COMO YO”, que resumía bien la espiritualidad de la Via Sacra.

SÁBADO SANTO – ESPERANDO EN SILENCIO CON MARÍA

Un día para parar, callar, orar, reflexionar, esperar… Atrás quedan las palabras de la última cena, y las de la cruz, que dieron paso al silencio. Hoy tenemos que esperar, como esperan los discípulos, María y las otras mujeres. En el inmenso dolor de la pérdida, esperaron.

(…) Hoy acompañamos a María en su tristeza, ya tantos hermanos y hermanas que sufren. Así que no olvidamos el madero horizontal de la cruz y dedicamos este día a visitar a las familias refugiadas que esperan la «Resurrección» de días mejores. Visitamos a una familia de refugiados del norte de Sudán, una refugiada ucraniana que vive sola y que recientemente sufrió un derrame cerebral que le dejó secuelas. (…) Invité a la señora ucraniana a que viniera a almorzar el domingo de Pascua con la comunidad, lo cual aceptó con gran alegría. Así, mientras esperábamos con María la Resurrección del Señor, éramos signo de Esperanza para estos hermanos y hermanas sedientos de paz.

DOMINGO DE PASCUA

Jesús ha resucitado y vive entre nosotros.

Después de participar en la Vigilia Pascual, llegamos a Resurrección del Señor para “ANUNCIAR” que la muerte no tiene la última palabra y que el sepulcro está vacío porque Él vive entre nosotros.

(…) Partimos a la vida anunciando la mañana de Pascua a todos: NUESTRO REDENTRO VIVE

Pasé la mañana llevando el pan eucarístico y las almendras a los enfermos y la tarde mostrando el bello Alentejo en flor (que también nos recuerda la vida nueva de la Pascua) a los inmigrantes y refugiados de Ucrania. (Mª de Fátima Magalhães stj)

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