A sus 93 años Rosa María Cucurull, deseaba encontrarse con el Señor en el cielo, donde reconocía tener a su familia espiritual y humana.
Había nacido en Barcelona en 1927, fue bautizada en la Catedral y fue alumna del Colegio Teresiano de la Diagonal. Ingresó en la Compañía en 1950 en el Noviciado de Tortosa. Su acción apostólica comenzó y terminó en Cataluña, a la que amaba entrañablemente, pero la realizó también en Madrid (Goya), en Roma como Ecónoma General, en Montpellier como Superiora y en Buenos Aires y Montevideo como profesora.
Se comprometió mucho con el MTA en Tortosa y ya en Barcelona, en su jubilación, realizaba trabajos manuales para FUNDEO y llevaba “on line” un grupo de matrimonios que la recuerdan con agradecimiento.
Amaba a Teresa y a Enrique, amaba a la Compañía. Ahora estará feliz, gozando de Dios y de todos los suyos. Agradecemos su vida y tanto bien como nos ha dejado.