Palmira López Pina nació en Bañón, pequeño pueblo de Teruel. Su corazón aragonés vibraba cuando le nombrábamos a la Virgen del Pilar y, con gran devoción y mucha energía, le cantaba su himno. Bajo su manto se ha encontrado con Jesús, el Señor de su vida.
Muy joven fue destinada a Orán; luego, en Barcelona-Gracia, vivió muchos años encargada del comedor de las alumnas y del ropero de la comunidad, y más tarde Zaragoza-Enrique de Ossó, donde disfrutó como sacristana de su comunidad y de la Parroquia. Todo lo hacía con esmero y suma delicadeza. Cuando empezó a necesitar ayuda vino destinada a nuestra comunidad de El Vedat. Aquí ha vivido feliz. Tenía 98 años
Ha sido un regalo para nuestra comunidad tenerla entre nosotras: alegre, chistosa, y sobre todo con un corazón muy grande lleno de cariño a todas y de profundo agradecimiento. “Sólo sabe decir palabras de cariño, palabras amables”, nos hemos dicho entre nosotras muchas veces.
Deseosa siempre de ayudar, se nos ofrecía, cuando aún podía, para cualquier servicio de costura, y el tiempo restante disfrutaba leyendo y releyendo las cartas de Nuestro Padre. Su libro “de tapas verdes” lo tenía siempre a mano.
La Compañía ha sido para ella el gran regalo que le han hecho Jesús y su Teresa. A nosotras nos queda su cariño y la seguridad que intercederá por todas ante Jesús.
¡Damos gracias a Dios por su vida!