A veces mirar atrás y leer la vida en una clave distinta, nos ayuda a descubrir los lazos que nos unen sin darnos cuenta.
A lo largo del primer trimestre, hermanas y comunidades nos hemos parado para mirar nuestro contexto y preguntarnos sobre nuestra vida a la luz de unos criterios para tomarnos el pulso. Nuestras reuniones se tradujeron en palabras y folios escritos, que ayudados por la magia de la tecnología, viajaron rumbo al gobierno provincial.
Y al terminar el viaje se encontraron con otras muchas palabras que venían de las distintas comunidades de la provincia, y dejaron de ser palabras y hojas sueltas para juntarse con otras muchas y ser capaces de generar conversación.
Convocadas por el gobierno provincial, tal y como estaba diseñado en el cronograma del curso, un grupo de 18 hermanas de distintas zonas de la provincia, se encontraron en Madrid los días 9 y 10 de enero, y con ellas, a través de nuestras palabras y hojas, nos unimos todas las hermanas y comunidades. Dos días para acoger lo que habíamos enviado, para iluminar el momento que como provincia vivimos hoy, días para reconocer la vida y también para acoger la debilidad que también tenemos. Fueron dos días de trabajo intenso, días para leer, escribir, redactar, hacer dafos.., pero días en los que experimentamos que responder a Dios hoy, pasa por unirnos a nuestras hermanas y discernir juntas la voluntad de Dios.
Aparentemente eran solo palabras que llegaron desde todos los lugares, pero en verdad, era la vida de cada una de nosotras, de nuestras comunidades integrada en el cuerpo provincial; llegaron palabras de pasado y de presente, pero al encontrarse con las demás, comenzaron a escribir palabras de futuro que ojalá nos ayuden a discernir cómo, dónde y con quién estar. Todo por Jesús.