La hermana Maximina Rodrigo ha fallecido a las 5.30 de la mañana del día 29 de Julio del 2024 en la paz del Señor a los 94 años de edad.
Nuestra hermana ha sido una mujer bendecida por sus cualidades y carismas. Fue fuerte y muy autónoma, y al mismo tiempo, disponible, humilde, generosa, siempre a punto para ayudar, acoger y acompañar.
Su fuerte personalidad ha ido dejando una huella de simpatía y amabilidad por donde ha vivido y en quienes ha tratado a lo largo de su vida. Todo el mundo le recuerda con cariño porque ha sido una mujer buena en lo más esencial de la palabra. Íntegra, leal, valiente, decidida, un poquito testaruda a veces y muchas cosas más, pero, sobre todo, una fiel seguidora de Jesús.
Navarra de nacimiento y de corazón, y muy orgullosa de serlo, fue la primera de los hijos de una familia de hondas raíces cristianas. Estuvo interna en el Colegio de las Teresianas de la Calle Mayor de Pamplona, con lo cual, desde los albores de su vida, su personalidad se nutrió del espíritu evangélico y de Jesús, vivido en la familia y en el colegio. Estas fueron las bases que la llevaron a entregarle su vida en la Compañía.
Ejerció su apostolado como profesora, y muchos años como superiora, pero lo predominante en su apostolado ha sido su capacidad de empatizar con todo tipo de personas. Era espontánea, simpática y buena conversadora y creaba fácilmente vínculos de amistad con quien entraba en contacto con ella. De ahí que haya tanta gente que la quería y admiraba.
Vivió hondamente su relación con Jesús. En estos últimos años que ha vivido entre nosotras, nos ha dejado ejemplos palpables de esa intimidad.
Finalmente, cuando las limitaciones le han mermado sus capacidades, no se dejó doblegar por la adversidad ni dejó entrar en su interior el descontento. Hace apenas unos días, a una amiga que le visitaba y le hacía la pregunta de rigor: “¿Cómo estás Maxi?”. Ella le respondió: “Muy feliz”. Era su fortaleza: Escogió siempre ser feliz, sentirse feliz con lo que era y tenía y siempre, siempre, agradecida.
Poco más de un mes es lo que ha estado imposibilitada y solamente días en cama en los que ha tenido una agonía lenta y suave. Y así, como ha sido su paso por esta vida, en silencio y paz, dejó este mundo para acudir al abrazo del Padre.