“Habla, Señor, que tu sierva escucha”
Estas palabras del pequeño Samuel, ante la insistente llamada del Señor, resumen lo que fue la vida de entrega de nuestra hermana Mª Luz. Con 91 años y 78 de vida en la Compañía (marchó al noviciado con 14 años) su vivir fue una continua escucha al Señor y a los hermanos y un continuo amar y servir.
El día 17 de septiembre, el Señor vino a su encuentro, en el silencio de la noche, y ya no fue su llamada, sino el abrazo definitivo de su encuentro con Él.
Su primer Solo Dios basta en el año 1946 a Barcelona fue muy breve, pues al año siguiente la destinaron al Colegio de La Habana, donde después de otro curso fue enviada al Colegio de Caracas-La Castellana. Allí permaneció 16 años y guardó un recuerdo entrañable a la Virgen de Coromoto, cuya imagen siempre tenía en su habitación.
Las comunidades de: Barcelona-Casa madre, Ávila, Ciudad Rodrigo, Madrid-Puebla, Valladolid-Colegio y desde el año 2007 en esta comunidad de Salamanca-Residencia, hemos tenido la suerte de vivir con ella y hemos sido testigos de su entrega sin reserva y su disponibilidad discreta e incondicional.
Con la certeza de que para los santos el morir es comenzar a vivir, a ella le encomendamos su comunidad y la Compañía, que tanto amó.