Mª del Carmen nació hace 82 años en Siles, un pequeño pueblo de la provincia de Jaén que siempre llevó en el corazón.
Era una persona buena, sencilla y discreta, agradable en el trato y siempre dispuesta a ayudar donde más se necesitase.
Su primer destino fue Tarragona. A este siguieron los de Barcelona, Zaragoza, Pamplona, San Sebastián, Tortosa varios lugares de América: Buenos Aires, Henderson y Rivera. Desde este último destino tuvo que regresar a España aquejada de un cáncer que parecía no tener solución. Pero el Señor quería que siguiera sirviéndole en la Compañía. Se recuperó y vivió muchos más años. Esta vez, la tercera que le visitó esta enfermedad, ya no la superó. Al conocer el diagnóstico del mal que le aquejaba comentó: «He vivido muchos años de regalo. A la tercera va la vencida». Y así fue.
La Compañía le pidió en múltiples ocasiones que ejerciera el servicio de superiora. Siempre lo vivió como ella era, con discreción, disponibilidad y cariño hacia las hermanas con las que compartió la vida en distintas comunidades.
Sus últimos años los pasó en la Residencia de hermanas de Jesús. Todas la recordamos con una serena sonrisa, sonrisa que no perdió ni en los momentos más duros de su enfermedad, que fue limitando poco a poco sus fuerzas.
El proceso de su enfermedad fue para ella una dura prueba de resistencia y dolor que vivió muy consciente, con la confianza plena en su Amado. Sabía que estaba llegando su final y a todos nos tranquilizaba diciendo que estaba preparada para encontrase con Aquel a quien esperaba desde hace tiempo.
La experiencia de su muerte, a pesar del dolor que siempre deja consigo la separación de alguien a quien queremos, nos ha dejado paz por el testimonio que ha dado de fe y entrega hasta el final.
Al Dios de la vida le damos gracias por los años compartidos con Mª del Carmen, por su vida y su servicio.