Aránzazu Iturri Múgica falleció el 29 de enero de 2023 en San Sebastián- Residencia.
Cuando escuchamos en el evangelio la pregunta de Jesús: «¿Quién decís que soy Yo?”, sabemos que Arantxa ya puede responder desde el «cara a cara», iluminada por la claridad del Rostro amable de Jesús. Y ya sabe, en verdad, quién es Él, que la recibe con los brazos abiertos para darle el descanso eterno.
Tras un tiempo largo de progresivo deterioro a causa del Alzheimer, al que se han añadido otras patologías propias de la edad, la vida de Arantxa se ha ido apagando en sosiego y paz.
Durante los años que ha vivido entre nosotras, hemos podido disfrutar de su presencia. Porque ha sido una persona íntegra y ejemplar, de hondas raíces cristianas y de un corazón tierno y generoso. Su carácter dulce y apacible y su talante sociable y conversador eran sus señas de identidad, por lo que siempre congeniaba maravillosamente con las personas que trataban con ella. Era querida por todos. Y a estas cualidades se unía un extraordinario sentido común lleno de sensatez y moderación y una presentación personal que destacaba por su discreta elegancia y su saber estar. Estas cualidades, que pudo desarrollar plenamente desde su servicio de portería, la capacitaron para el apostolado de la escucha, el consejo, la ayuda y la empatía. Se ganó el cariño de cuantos la trataron, y en la vida comunitaria era siempre amable y positiva.
Aún en esta última etapa de su vida en la que ya no controlaba ni sus palabras ni sus gestos, cuántas veces nos ha hecho reír con sus oportunas salidas en mitad de una conversación: ¡¡¡Clarooooo!!!!, o cuando nos respondía a lo que se le preguntaba con un Síiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!! que nos arrancaba irremediablemente una sonrisa.
Deja tras su muerte un vacío grande que se transforma en serena paz por la certeza del encuentro con Dios. Unidas a nuestra hermana y a toda su familia le decimos: descansa en paz Arantxa, y danos una partecita de tu feliz encuentro.