Ante este casi final del tiempo litúrgico, la Confer nos convocó para recordarnos que estamos en actitud continua de servicio. Y allí fuimos. Sabíamos que indirectamente se nos estaba urgiendo una ayuda, un apoyo incondicional, que ya Mª Dolores Duque, como secretaria veterana en Toledo, nos iba anunciando.
Con el tiempo transcurrido de la pandemia, oficial, quedaron vacantes la presidencia y una vocalía en la junta directiva. El mismo Señor por boca de la necesidad de los hombres nos recordaba, que era eterno presente, que había que hacer resurgir. El deseo expreso de quienes acudimos al encuentro nos gritaba de la necesidad de representantes, para tomar la antorcha y decir, sí, adelante, contáis con nosotras.
Hoy nada menos que tres teresianas, estamos ahí activas: Ana Mª Croissier como presidenta, Mª Dolores Duque como secretaria y Juana Rodríguez como vocal de A. Social. Nos hacemos presentes y deseamos crear cercanía con esta realidad de la iglesia de nuestros pueblos de la que formamos parte activa. Tomamos conciencia de lo que somos y deseamos vivir en este tiempo sinodal de forma corresponsable.
Vivir nuestra vida con lucidez y con discernimiento. Frente a lo que acontece en nuestra Iglesia y en nuestra sociedad, nos llama a no desentendernos.
