Josefina Talarn Fígols. 15 de mayo de 2022 (Jesús-Tortosa)

La hna. Josefina Talarn Fígols nació en Jesús (Tortosa) el 20 de agosto de 1935. Era la cuarta hija de una familia muy trabajadora y de fe profunda.

Desde muy joven estuvo en relación con las Hermanas Teresianas del Noviciado. Trabajó con ellas como demandadera. Allí conoció a la hna. Maximina con la que colaboraba en el servicio de la casa y de la que guardó siempre un gran recuerdo y un agradecimiento no menos grande.

El 14 de octubre de 1957 Josefina entró en el Noviciado de la Compañía en Jesús, donde hizo sus primeros votos el 4 de mayo de 1960. De allí pasó a vivir un año en Barcelona- Casa Madre, y a continuación al colegio de Zaragoza, calle Zurita. En 1964 fue destinada al colegio de la calle Mayor de Pamplona, donde celebró el año 1965 su profesión perpetua.

El año 1971 fue destinada al colegio de Valencia, al colegio de la calle Cirilo Amorós. En el año 1976 se trasladó el colegio del Vedat de Torrent (Valencia) y vivió allí hasta el año 1995 año en el que fue destinada al colegio de Tortosa, y en 2015 a Jesús-Residencia de Hermanas.

Ha sido siempre una persona acogedora y trabajadora, a pesar de que tuvo que sufrir varias enfermedades serias durante muchos años de su vida.

Los niños eran sus favoritos. Siempre tenía en su mente y en su corazón a todos los pequeños que había cuidado en los recreos y en las porterías de los colegios donde había vivido. Recordaba sus nombres y también simpáticas anécdotas que había compartido con ellos. Otras personas muy queridas para Josefina, además de las hermanas con las que había convivido, eran las trabajadoras con las que había compartido servicios en los colegios. También los profesores, con los que mantuvo siempre una relación muy cordial. Había pasado muchas horas en la recepción de los colegios, donde se tiene la oportunidad de conocer y poder ayudar en muchos momentos a las personas que llegan a los centros o que trabajan en ellos. Era una hermana querida por todos los que la conocían.

Otro lugar importante en su vida lo ocupaba su familia a la que quería entrañablemente y por la que también se sentía muy querida.

La hna. Josefina tenía un humor muy fino. Sus comentarios, que recordamos con cariño, hacía sonreír a las personas que trataba.

Como buena tortosina, tenía un gran amor a la Virgen de la Cinta, patrona de la ciudad de Tortosa. Josefina ya está con Dios y con la Virgen, a la que tanto invocaba especialmente en sus últimos días.

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