“Vuestra tristeza se convertirá en alegría” (Jn. 16,20). Esto se ha cumplido para nuestra querida hermana Isaura ya que la Señora de Fátima, tan querida por ella, se la ha llevado la víspera de su fiesta para hacer una gran celebración en el cielo. Tenía 88 años de edad y llevaba 67 en la Compañía.
Nació en Minho (Ronfe-Guimaráes) el 16 de enero de 1933 e ingresó en el noviciado de Braga (Portugal) en la tanda de San José de 1954.
Isaura era portuguesa pero, desde que hizo sus primeros votos, vivió siempre en España en las comunidades de Salamanca, Oviedo, Valladolid y Ávila, donde estuvo destinada los últimos 40 años.
La familia de Isaura fue numerosa. Diez hermanos y entre ellos tres teresianas: Alexandrina, que reside en Salamanca Cdad. Teresiana, y que como Isaura siempre estuvo destinada en España y María, epd, que siempre vivió en Portugal.
Muchas hermanas conocían a Isaura y muchas personas que pasaban o trabajaban en la casa de Ávila, familias de hermanas, profesores, niños, todos… podrían decir palabras llenas de reconocimiento y afecto sobre ella. Entre los pucheros de la cocina de Isaura andaba el Señor porque, además de su recuerdo explícito tantas veces, abundaban los gestos de entrega, disponibilidad, servicio generoso, detalles llenos de cariño, cercanía, preocupación por el «otro» fuera quien fuera.
Quienes nos acercábamos a la cocina donde Isaura servía a Jesús, encontrábamos algún gesto de calidez y cuidado. Nunca te ibas «de vacío», fue una suerte probar sus magdalenas, que llegaron a hacerse famosas en Ávila.
Estamos seguras de que el Señor la ha sentado junto a Él para participar en el Banquete del Reino con traje de fiesta, con todos los amigos de Dios. Descanse en su paz y amor.