Nuestra hermana Isabel falleció en Ávila- Residencia el día 21 de mayo a los 96 años de edad y 76 de vida religiosa.
Natural de Valladolid, entró en la Compañía en el noviciado de Tortosa en octubre de 1948. Después de sus años de formación inicial, su primer destino fue Huelva y allí comenzó su misión apostólica de conocer y amar a Jesús y hacerle conocer y amar. Hizo en Huelva los votos perpetuos en 1956, y en 1961 fue destinada a Dueñas. Posteriormente estuvo en las comunidades de Valladolid, Toledo y Madrid, Casa Provincial. En 2017, debido a los cuidados que comenzaba a necesitar por la enfermedad de Alzheimer, vino a la comunidad de Ávila- Residencia.
Isabel recibió de Dios, a manos llenas, el don de la bondad. Era una mujer que transparentaba paz, cariño, gratitud, admiración… de trato cordial y tremendamente agradecida. Tenía un sentido de familia teresiana muy acusado. Pasó 16 años cuidando a sus padres, pero nunca dejó de estar vinculada a la comunidad, manifestando siempre agradecimiento por los detalles que recibía. Era muy fácil vivir con ella porque no hacía problema de nada; al contrario, se distinguía por facilitar las cosas y hacer sentir a gusto a los demás.
Estamos seguras de que Isabel ya ha escuchado a Jesús aquella promesa de Vida: “ven, sierva buena y fiel, entra en el gozo de tu Señor”. y nos alegramos porque en Dios ha encontrado ya el verdadero BIEN.
Gracias, Señor, por haber sembrado en ella la bondad y la inocencia de los pequeños, tus preferidos.