Carmen nació en una pedanía de Requena, en Valencia. Fue alumna del colegio teresiano de Cirilo Amorós, y así conoció a la Compañía.
Su temprana vocación la llevó al noviciado de Tortosa y desde allí inició una fecunda andadura como maestra teresiana. “Teresiana cabal” como la definiría nuestro Padre.
Enamorada de su vocación de maestra la vivió en Madrid (Jesús Maestro) Sevilla, Tarragona, Paraguay y Uruguay, lugares en donde se avivó su vocación misionera. Cuando regresó a España como andariega disponible, recorrió: Vinebre, Tortosa, Torrente, Zaragoza, Pamplona y ya delicada de salud, llegó a la Comunidad de El Vedat.
Hablar de Carmen es recordar a la Hermana muy entregada a la comunidad, siempre dispuesta a dar la ayuda a quien se la pedía. Orante, sacrificada y disponible. Austera en todo lo suyo.
Sobresale su espíritu misionero. Las Hermanas que vivieron con ella en Coronel Oviedo nos dicen: “Recordamos su vida entusiasta, alegre, animosa, cercana. No escatimó esfuerzo en la formación de líderes jóvenes para posibilitar experiencias de encuentros y convivencias para formarlos en la espiritualidad teresiana a través del MTA. Su vida de silencio y oración invitaban a la contemplación y cuidado y amor a toda la creación. Gratitud hermana Carmen por tu vida compartida”
El día 3 de agosto, nos dejó para estar siempre con el Señor de su vida.