La hermana Angelina Pedrosa de Melo nació en Gilmonde – Barcelos el 2 de junio de 1938. Ingresó a la Compañía Santa Teresa de Jesús, en el Noviciado de Braga, en 1962. Murió el 11 de enero de 2020 a la edad de 81 años.
Angelina siempre fue esa persona sencilla, atenta, abierta y creativa con un gran sentido del humor. Dedicó toda su vida con un verdadero espíritu misionero. Había muchos lugares donde iba y las tareas que realizaba eran diversas. En Colégio de Braga y Lar de Lisboa como recepcionista, dio la bienvenida a todos con afabilidad y sencillez. En los años 70 y 80, acompañó a otras hermanas en los cimientos de nuevas comunidades en las periferias geográficas: Arcos de Valdevez, Torres Vedras, Alpalhão, Verim, Elvas – Casa de Oração, lugares donde ejerció su misión como educadora con dedicación y entrega. En sus últimos 10 años de vida activa se dedicó a los niños y ancianos en el barrio de Telheiras Sul en Lisboa. Aquí vivió y apoyó a las personas más desfavorecidas, incluidas las familias romaníes, compartiendo las mismas dificultades que viven estas personas. Aquí, reveló su forma ejemplar de entrega: en un lugar difícil, sabía de una manera más silenciosa pero perceptiva, ganarse a los niños, que ahora son jóvenes o adolescentes que la echan de menos, y los ancianos, un grupo al que siguió. todos estos años.
En los últimos meses de su vida, fue sorprendida por una enfermedad que empeoró rápidamente. Estando ya muy débil, la comunidad de Residencia Teresiana de Braga le dio la bienvenida y la acompañó desde agosto, cuando se despidió del barrio Telheiras Sul – Lisboa para venir a vivir a Braga.
A la hermana Angelina le agradecemos todo el bien que ha hecho y los muchos recuerdos que ha dejado. Damos gracias al Señor por su vida y por su generosa dedicación a la misión que el Señor le ha confiado, en la Compañía de Santa Teresa de Jesús, demostramos su dedicación, espíritu de entrega y servicio entre los más pobres.
Por todo lo que sabemos y atestiguamos en la Hermana Angelina, no dudamos de que, en este momento, ella ya ha escuchado de Jesús esas palabras pronunciadas por Él en su evangelio: «Ven, bendito de mi Padre, hereda el Reino que está preparado para ti … «