En la madrugada del día 26 de junio de 2020 nuestra hermana Ángeles García de la Hoz recibió el abrazo del Señor, a Quien había buscado incansablemente a lo largo de su vida.
Como dice el texto sagrado, “El Señor prolongó sus años y le dio a conocer su salvación”. Ángeles había cumplido 100 años el día 26 de abril. La celebración que ella había soñado con la participación de su familia no pudo llevarse a cabo por encontrarnos en tiempo de pandemia, pero se sintió muy agradecida y contenta con el sencillo festejo comunitario que le ofrecimos. Ese día nos repitió muchas veces que no sabía cómo pagar al Señor tanto bien recibido en tantos años de vida.
Era muy consciente de que Dios había volcado en ella todo su amor y lo descubría, de una manera especial, en las relaciones con los demás: familia, hermanas de la Compañía, antiguas alumnas, profesores, religiosas de otras congregaciones…
Ángeles había nació en Osorno, Palencia. Fue alumna del colegio de Valladolid y entró en el Noviciado de Tortosa en 1942. Ejerció su docencia y apostolado en los Colegios de Madrid, Puebla, donde hizo su profesión perpetua, Jesús Maestro, Dueñas, Pamplona, Zaragoza y Valladolid. Siempre preocupada por el crecimiento humano y cristiano de sus discípulas, sabía que el amor era la herramienta privilegiada para hacer surgir la bondad del corazón humano.
El Señor quiso llevársela con Él de madrugada. Mientras dormía, Dios la sorprendió con su abrazo de Padre para llevarla a la VIDA verdadera y a la plenitud que tanto deseaba.