El ESPIRITU HA SOPLADO en el Encuentro MTA de Pentecostés en Tortosa de este año 2024. Casa abierta, acogida, diversidad, encuentros, diálogos, silencio, mesa compartida…celebrando en familia teresiana que el Espíritu crea y recrea comunidad, que somos Iglesia. El lema JUNTOS EN CAMINO nos ha puesto la mirada y los pasos en el camino sinodal, con la belleza de la música que nos ha envuelto a lo largo de todo el fin de semana.
Venidos de Pamplona, Zaragoza, Tarragona, Tortosa, Valencia y Barcelona para abrirnos a la escucha del Espíritu, nos dejamos llevar por su dinámica siempre soprendente, siempre desbordante, siempre llevándonos más adentro. Tras una interesante presentación del camino sinodal por parte de Montse Rescalvo y Cori Casanova, absolutamente vivencial, rica en propuestas y llena de esperanza, hicimos una ginkana que iba secuenciando los contenidos de manera que co-creábamos. Así la metodologia de trabajo era ya una experiencia sinodal: reflexionar, proponer, escuchar, dialogar, empezar y acabar juntos, experimentar la fuerza de la comunión…nos ayudó a vivir a modo de pequeño laboratorio, esta Iglesia que el Espíritu está gestando. Cada grupo realizaba un puzzle a partir de las piezas obtenidas en cada prueba, y unas figuras plásticas que más tarde se hicieron ofrenda.
Este “entrenamiento” en una Iglesia sinodal fue tejiendo fraternidad, y nos preparó para la Vigilia junto a Sergi Gordo, el Obispo de Tortosa que presidió la celebración. El ambiente orante que propició el grupo “La década religiosa” fue increíble. La sencillez y espontaneidad del Obispo, y el cariño que mostró por el Padre Enrique, nos ganó a todos. La Palabra, la ofrenda, la petición, la acción de gracias, en el ritmo maravilloso de la Vigilia, nos abrió a la presencia del Espíritu. Y siguió la fiesta, saboreando un buen coc bien regado con vino dulce de Vinebre. Vivimos las promesas de Jesús: ¡Nadie os quitará vuestra alegria!
El Domingo gozamos de la música hecha oración de Salomé Arricibita, desde el deseo de hacer vida las palabras de Teresa de Jesús “Juntos andemos Señor”. Palabras teresianas y mensajes de San Enrique nos acompañaron con diferentes canciones y oraciones, con un precioso altar en el que los dones del Espíritu desbordaban hacia nosotros: allí estaban nuestros nombres, nuestras candelas, nuestra promesa de oración unos por otros. Maravillosa voz, y maravillosa sensibilidad de Salomé que conjugó el lenguaje de la familia teresiana con una profunda narrativa que aterrizaba la acción del Espíritu
Despedimos nuestro encuentro de Pentecostés como siempre, en el homenaje al Padre Enrique. Ante él hicimos presente nuestro planeta, ofreciendo nuestra luz sobre las realidades que hoy piden renovar la brasas en un mundo que arde, y que espera una mano, las nuestras, que aviven estos gérmenes de vida y esperanza.