“Nos volvemos a preguntar hoy, en este contexto, qué tenemos que dejar ir y qué dejamos venir para CUIDAR el tejido social y nuestra Casa común, y para CUIDAR-NOS entre nosotros y, muy especialmente, a los que sufren hoy mayor vulnerabilidad”.
Recogiendo esta invitación de la Coordinadora General, Hermana Asunción Codes, el equipo de animación apostólica de la Provincia de Europa nos convocó a un grupo de laicos de España y Portugal, el día 19 de septiembre. Se nos proponía evaluar los tres años de recorrido y proponer nuevos caminos, en el latido por el cuidado que recorre la Iglesia de la mano de la Encíclica Laudato Si, y que acogemos como Familia Teresiana.
La mañana la hemos dedicado a escuchar, ver, abrir los ojos, para detectar cómo se hace visible, cómo acogemos, cómo respondemos la Familia Teresiana ante algunos desafíos del cuidado, desglosados en ocho focos
Cada foco se concretaba en tres dimensiones llenas de matices, que ayudaban a concretar y dar hondura.
La tarde se orientó hacia el futuro ¡tocaba soñar! ¡Justo nuestra especialidad de seguidores de quien firmaba como El Soñador!
Por grupos de diversas realidades fuimos explorando las preguntas…y nuestras resistencias a dejar zonas de confort, sobre todo cuando lo nuevo aún no ha nacido, o solo apunta como promesa, y percibimos el vértigo de la incertidumbre. Todos los grupos hemos coincidido en “dejar venir” la importancia de acompañar procesos, abrirnos, resonar con otros, escuchar mejor las necesidades, especialmente de nuestros jóvenes, redimensionar criterios de calidad o eficacia, seguir tejiendo y fortaleciendo redes, comunicación, relación…
Cerramos el encuentro expresando en nube de palabras cómo nos sentíamos y cómo percibíamos la misión. Viendo las nubes podéis percibir la alegría, la esperanza, el agradecimiento…junto con el deseo de fortalecer el sentirnos y vivirnos como Familia Teresiana.
