En Barcelona, y en nuestro Hospital de Campaña de Sana Ana, se ha celebrado del 11-14 de octubre el II Encuentro internacional. El primero fue en Madrid, cuando sólo éramos cuatro parroquias en el mundo. Actualmente nos hemos reunido ya las ocho actuales: Barcelona, Manresa, Madrid, México, Buenos Aires, Amán, Palermo, Asunción (Paraguay).
La semana ha sido de una riqueza extraordinaria, compartiendo experiencias vividas entre los marginados de las grandes ciudades –que ése es el deseo del Papa para estas parroquias- intentando inspirarnos en el mismo espíritu compartido con sencillez.
La Compañía de Santa Teresa hemos participado en esta iniciativa del Papa Francisco desde los comienzos. M. Victòria Molins, Mosén Peio Sánchez y Mosén Xavier Morlans fundaron en 2017 el segundo de esos Hospitales de Campaña, recibiendo del Papa Francisco estas palabras de aliento: “Gracias por el lío que armaron en Barcelona”.
En la semana del Encuentro se han tratado temas de gran interés en el mundo de las periferias existenciales, como las llama el Papa, sobre todo en las márgenes urbanas donde suele haber un cordón de pobreza y en donde él proponía que “al menos una parroquia en el centro de las grandes ciudades se convierta en un Hospital de Campaña donde todos encuentren la curación del cuerpo y del alma”.
Las diferentes realidades –por ejemplo, de las famosas Villas de Argentina con una pobreza estructural grande, o con los marginados, en su mayoría inmigrantes de todo el mundo en ciudades como Madrid, Barcelona o Palermo, podían enriquecerse mutuamente por sus semejanzas y diferencias.
La presencia del Arzobispo de Lima, Monseñor Carlos Castillo fue de una riqueza grande. Su talante sencillo y ecuménico, su línea teológica y pastoral muy acorde con la del Papa Francisco y su larga experiencia entre los más desfavorecidos fue un verdadero regalo para este Encuentro.
Y, como remate, el último día se dedicó a exponer y vivir la nueva experiencia del Papa Francisco que ha querido que participaran en el Sínodo también los marginados. Junto con el Teólogo Sergio Masseroni, Delegado del Papa y el Arzobispo de Milán, se presentó el proyecto y algunas de las respuestas de las periferias que se harán servir en el Sínodo. Aquí hemos participado de lleno. Pero eso merece otro artículo. Victória Molins, stj