DOS ACONTECIMIENTOS PARA DAR GRACIAS A DIOS
Nuestra comunidad ha vivido en esta semana dos acontecimientos festivos que nos han dejado muy buen sabor y que queremos compartir con el resto de la provincia. Os contamos.
Un invitado excepcional
El domingo, día 16 de abril, tuvimos un invitado excepcional: Juan Martín Askaiturrieta, provincial de los Padres Claretianos de Catalunya. Lo han nombrado hace poco tiempo y, al saludarle un día en la iglesia de los Claretianos que, como sabéis, está frente a nuestra casa, nos contó que era antiguo alumno de nuestro colegio de San Sebastián, en donde había estado desde los 4 años de edad hasta los 18, igual que todos sus hermanos. También añadió que tenía un recuerdo maravilloso e imborrable de esos años escolares. Inmediatamente se produjo la empatía entre él y nosotras y quedamos en que vendría un día a comer a casa. Y así fue.
Fue una comida cordialísima en la que él compartió algunos recuerdos de “su colegio”, contamos anécdotas escolares, nos reímos mucho y comprobamos que Juan Martín es un hombre fascinado por la educación (echa un poco en falta su situación anterior en el colegio de Bilbao) y lleno de proyectos apostólicos. Hablamos también de la juventud, de las vocaciones, de su congregación y de la nuestra… En fin, que hemos establecido con él una buenísima relación que puede abrirnos la puerta a un conocimiento mayor del entorno y a colaborar en algún proyecto en el futuro.
Presentación del nuevo libro de la hermana Victòria Molins
El día 19, miércoles, a las 19h, en el Hospital de Campanya de la parroquia de Santa Anna fue la presentación del último libro de nuestra hermana M. Victòria Molins. Se titula ABRAÇADES (en castellano ABRAZOS). Con el estilo narrativo y coloquial que la caracteriza, Victòria va desgranando sus experiencias dando y recibiendo abrazos de distintas personas. Es un libro que desborda ternura, amor, gratitud… todo aquello que nos va constituyendo como personas y que proviene de una vivencia del evangelio de Jesús.
La presentación la hicieron Mosén Peio Sánchez, uno de los promotores del Hospital de Campanya, que prologa el libro, y Marina Rosell, reconocida cantautora; los dos, amigos entrañables. Los aplausos no fueron solamente para ellos sino que también premiaron la presencia y las palabras de Dabo, senegalés que llegó a España en patera y que ya forma parte de nuestra familia. Es él quien protagoniza el abrazo de la portada del libro, y expresó con emoción su fuerte vinculación a Santa Anna y cómo cambió su vida. Las palabras de Victòria agradeciendo la presencia, la amistad y el apoyo de todos los presentes terminaron con una petición a Marina Rosell: una canción compuesta por ella con unos versos del Càntic Espiritual de Joan Maragall que dicen así:
Si el món ja és tan formós, Senyor, si es mira amb la pau vostra a dintre de l’ull nostre, què més ens podeu dar en una altra vida?
…
I quan vinga aquella hora de temença en què s’acluquin aquests ulls humans,
obriu-me’n, Senyor, uns altres de més grans per contemplar la vostra faç immensa.
Sia’m la mort una major naixença!
Si el mundo es ya tan bello y se refleja, oh, Señor, con tu paz en nuestros ojos,
¿qué más nos puedes dar en otra vida?
…
Y cuando llegue la hora de temores
en que se cierren estos ojos tan humanos, ábreme tú, Señor, otros mayores
para poder mirar tu faz inmensa.
¡Sea mi muerte otra Vida que comienza!
Entre el público, que ocupó gran parte de la iglesia estaban, por supuesto, las hermanas de nuestra comunidad, voluntarios del Hospital, personas que querían conocer a Victòria y sobre todo, amigos, muchos amigos y amigas de toda la vida, de tiempos pasados y de tiempos actuales. Es notable que cada vez se amplía más la “mesa de fraternidad” que se vive en el Hospital de Campanya. No se trata de que trabajemos juntos, sino que vivimos, nos “entrañamos” y SOMOS CON OTROS Y OTRAS de distintas procedencias, ocupaciones, trabajos, familias, religión. Unidos, no solo juntos, vamos haciendo y abriendo caminos de Reino.
A continuación, los numerosos asistentes se fueron acercando para que Victòria les firmara el libro.
Una jornada entrañable y, todo hay que decirlo, en la que se vendieron tantos libros que se agotó la primera edición.