«Compartiendo la misión y el carisma desde la comunión»

 El sábado 26 de octubre algunas hermanas de las comunidades de Begoña y el Teresiano del Pilar participamos en una Jornada formativa organizada por Confer-Aragón. Bajo el título “Compartiendo la misión y el carisma desde la comunión”, Antonio Botana compartió con nosotros su reflexión y experiencia sobre este tema.

¿Novedades? Quizás no, ya que es un tema con el que llevamos tiempo reflexionando y haciendo proceso, como diría Silvio Rodríguez, en el tiempo de los intentos. Eso sí, viene bien recordar algunas cosas y tratar de escuchar qué novedad puedo descubrir o qué llamada concreta a vivirlo de otro modo.

Cada congregación, cada comunidad, cada hermana, cada laico/a.… estamos en puntos diferentes pero con un mismo deseo de crecer, de compartir y recrear el carisma recibido como don.  Algo que subrayó Antonio Botana es que estamos llamados a ser fieles a nuestros carismas y que esa fidelidad pasa por ponerlo en diálogo con el contexto actual que vivimos, con nuestro aquí y ahora. La fidelidad debe estar puesta en el Espíritu que habla hoy en nuestros contextos y en este momento de cambio de época o paradigma, con la incertidumbre y complejidad que conlleva. Nos instó a preguntarnos en qué ecosistema eclesial nos encontramos, en qué eclesiología nos movemos… ¿Es el ecosistema de comunión? «El Espíritu Santo habla a través de todos«. Abordó la importancia de «compartir la misión» y el carisma desde una perspectiva de comunión, enfatizando que no se trata solo de realizar tareas en conjunto, porque el carisma no está ni en la habilidad ni en lo que se hace sino en lo que impulsa a hacerlo.  La vivencia del carisma es distinta en cada hermana y en cada laico/a, y es ahí donde reside la riqueza del carisma. Cuidado con pedirnos un modo-estilo concreto de cómo creemos que tiene que ser esa vivencia del carisma en laicos. Primero, porque los procesos personales y formativos son distintos y han sido distintos en unos y otros; y, sobre todo, porque el Espíritu actúa y recrea el carisma en cada persona de un modo diferente.  Podemos preguntarnos: ¿qué es lo esencial y qué lo accidental? Algo en lo que insistió Botana en su conferencia.

Subrayó la necesidad de ser comunidades abiertas, llenas de esperanza y compasión. Espacios inclusivos donde todos se sientan bienvenidos y valorados. Comunidades dispuestas a escuchar las necesidades y aspiraciones de los demás, especialmente de aquellos que buscan un sentido en sus vidas, ya sean jóvenes, adultos o personas en situaciones vulnerables. Y la necesidad de una espiritualidad que trascienda rituales y fórmulas. Las estructuras institucionales a menudo han sido o son rígidas y pueden resistirse a cambios que promuevan una mayor apertura y participación por diversos miedos.  Tenemos que saber que podemos cambiar estructuras o casi no tenerlas y seguir siendo igual de rígidas. Al mismo tiempo, debemos preguntarnos qué miedos o qué resistencias tenemos. La verdadera apertura, escucha y acompañamiento requieren un compromiso auténtico y una disposición a cambiar, lo que puede ser difícil en comunidades/personas acostumbradas a dinámicas de «siempre se ha hecho así«.  Por eso, es necesario preguntarnos de nuevo: ¿qué es lo esencial y qué es lo accidental?

Otro aspecto a subrayar fue la clave de la relación. Lo que él llamó las puertas de entrada (y salida) de nuestras comunidades.  Habló de relacionarnos para formarnos y de como las relaciones nos modifican, si nos dejamos.

Os compartimos el artículo de la charla que el mismo Antonio Botana nos compartió  por si queréis leerlo y hacer vuestros propios subrayados. (Rosana Díaz Sánchez-Cifuentes)

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Compartiendo la Misión

 

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