El Colegio Santa Teresa de Jesús de Las Palmas de Gran Canaria realiza su misión en la isla desde 1926, situándose en tres distintos lugares: Triana, Vegueta y finalmente en Ciudad Jardín. Se cumple así el deseo de San Enrique de Ossó: “estar allí donde se decide el futuro de cada persona, extendiendo el conocimiento y amor de Jesús”.
Nuestro colegio busca generar procesos donde la persona sea el centro de las relaciones interpersonales y del encuentro con Jesús. Para ello, trabajamos desde educación infantil, el proyecto de interioridad, la asignatura “Emocrea” (educación primaria) y el taller de Atelier (infantil). Además, realizamos distintos encuentros: viajes de Amigos de Jesús en 5º Primaria y 1º ESO; convivencias a principio y final de curso; hermanamiento en infantil y primaria con el Colegio San Enrique de Ossó de Telde; apadrinamiento de 2º de Bachillerato con infantil y grupos de MTA desde primaria hasta antiguos alumnos.
Al mismo tiempo, cuidamos los encuentros con las familias en nuestro día a día, facilitándoles su participación en Eucaristías mensuales, Cuartos de Hora especiales, olimpiadas, verbenas, Día de la Familia, jornada deportiva, carrera solidaria, jornadas de Puertas Abiertas, talleres, salidas culturales y charlas formativas.
También nos implicamos con nuestra realidad a través de diversos proyectos: APS Bachillerato (Hemodonación y colaboración con ONGS), FundEO-semana solidaria, proyectos de recogida y reciclaje de material escolar (CUIDÁNDONOS), campañas de Navidad, banco de alimentos (recogida de leche y alimentos sin gluten).
Somos un centro muy querido por las familias en la isla, ya que valoran el acompañamiento y la preparación integral de nuestro alumnado, cuidando con mimo la preparación académica, que hace que la mayoría supere con gran éxito las distintas etapas y pruebas de los niveles educativos. Actualmente contamos con tres líneas, desde educación infantil hasta secundaria obligatoria, y doble línea en bachillerato. En el colegio estamos muy orgullosos de formar a la persona integralmente, apostando por una educación en valores como la fortaleza, la alegría, la constancia y la paciencia, siguiendo los pasos de Santa Teresa. La presencia de San Enrique nos acompaña y nos anima con su palabra: “la educación debe ser la más fecunda obra”.