Más de cien años de valores teresianos en Huelva.
En concreto 105 años desde que, gracias al arcipreste D. Manuel González, el día 15 de septiembre de 1914 las fundadoras (Carolina Bernardo, Encarnación Tena, Paz Rengel, María López, Joaquina Azebedo y Adelina Pérez) comenzaron su trabajo en la escuela, en un “barrio apartado, sin iglesia y repleto de todas las miserias del cuerpo y del alma”, según palabras del propio D. Manuel.
Escuela pequeña en sus inicios y con total dedicación a niños y niñas del barrio del Polvorín, se amplió primero a taller de costura; en 1920 pasó a ser internado; más tarde fue reconocido como Centro de Enseñanza Media, y en 1967 se inauguró el actual edificio en el que crecen niños y niñas desde 2º ciclo de Infantil hasta 2º de Bachillerato.
Bajo la mirada siempre de Santa Teresa y San Enrique, acompañamos a nuestro alumnado y sus familias no solo en su camino de aprendizaje de contenidos, sino también en el de valores. La tranquilidad de nuestras familias que saben que dejan su mayor tesoro en nuestras manos y que salen bien preparados para lo académico y para la vida, es un sello propio de nuestro cole, de nuestra casa.
Toda esa formación integral la llevamos a cabo en clases adaptadas a los cambios metodológicos que la sociedad y nuestro alumnado nos demandan. En esta línea, los niños y niñas de 2º de Primaria desarrollaron durante el curso 18-19 el proyecto “Contando la Historia”, cuyo objetivo es acercar los contenidos más relevantes de las diferentes etapas de la historia de la humanidad, haciendo un recorrido desde la Prehistoria hasta la Edad Contemporánea pasando por la Edad Antigua, la Edad Media y la Edad Moderna.
Con los pilares del compromiso y el cuidado personal y cercano, y reconociéndonos transformadores sociales desde la hondura de nuestro ser, nos sabemos y reconocemos “seres teresianos” no solo durante el período escolar, o durante las etapas educativas, sino durante la vida de los que durante unos años compartimos día tras día en el colegio, porque al final, queda una huella que no se borra.