Nuestra andadura comenzó en 1980: somos el colegio más joven de la Fundación Escuela Teresiana.
Tenemos un origen precioso porque nacimos de un SUEÑO: de la imaginación y el coraje de un grupo de mujeres, antiguas alumnas del colegio teresiano de Las Palmas, que viendo la necesidad de familias enteras que trabajaban en los invernaderos de la zona y que necesitaban un lugar para que alguien cuidara de sus hijos, se pusieron manos a la obra. Es la historia de unas mujeres que no pusieron límites a su generosidad y arrojo y construyeron una guardería, que hoy es colegio hasta 4º de ESO.
Mucho antes, alguien nos había soñado primero: Enrique de Ossó. Él, estaba convencido de que este mundo necesitaba sal y luz, personas capaces de dar un sabor distinto a este mundo tan herido, personas capaces de iluminarlo como Jesús. ¡Ese fue nuestro auténtico nacimiento! Ya han pasado algunos años; sin embargo, seguimos contagiados de ese deseo: “TODO POR JESÚS”
El sueño es tan grande que necesitamos muchas manos. Estamos muy agradecidos por formar parte de una comunidad educativa implicada y comprometida que nos sostiene: profesores, personal del centro, alumnado, familias… Si hay algo que nos distingue, es el ambiente de familia, cercano, entrañable, que se respira en nuestros pasillos, aulas, espacios de trabajo, porque estamos convencidos de que somos relación.
Nos sentimos muy orgullosos de los proyectos de transformación social que generamos solos y con otros, a través de pequeños y grandes gestos. Lo hacemos a través de los proyectos de Design for Change, ApS, voluntariados…
Esta transformación social solo será posible si educamos personas acogedoras que contemplan la realidad con una mirada crítica. Por eso, hemos hecho de nuestro Plan de Interioridad el elemento integrador de nuestro día a día, que nos lleva a vivir desde dentro: despiertos, serenos y disponibles.
¡Bienvenidos al sueño!