Un día de octubre un sacerdote llamó al colegio pidiendo hablar con una teresiana. Nos pasan los datos, llamamos, identificamos la llamada: un sacerdote de la diócesis. Este sacerdote, llamado Alberto, está de párroco en el barrio del Carmelo, en la parroquia Santa Teresa. Quería y nos pedía que una Hermana fuera a hablar de Santa Teresa. Lo hablamos en comunidad, vimos posibilidades. Mª Ángeles, no sin el susto en el cuerpo, se ofreció. Al final, el día 14 por la tarde, allá fueron ella y tres hermanas más que la acompañaron.
Fue una buena experiencia compartir con otros la riqueza de La Santa. El grupo de fieles quedó contento. La Santa sabe “engolosinar” siempre. Y las Hermanas volvimos con la encomienda de otra charla para más adelante. Comunidad Ganduxer-Casa Madre