¡Casualidad no, providencia!

El pasado 28 de marzo recibíamos la triste noticia de que nuestra Hermana Pepa Monserrat vivía para siempre con Dios. En medio de la sorpresa y del dolor, la Hna. Isabel del Valle nos decía:

”No podemos tener Eucaristía por ella, pero conocemos a muchos sacerdotes y podemos pedirles que la ofrezcan por ella en las eucaristías que celebren”.

Y fue llamativo el diluvio de enlaces, de sacerdotes, que en muy distintos lugares acogieron la propuesta…

A los dos días recordé a un sacerdote, muy amigo de las Teresianas, al que no le habíamos comunicado la noticia y el deseo. Es el párroco de QUINTO DE EBRO, donde Enrique de Ossó pasó unos meses con sus tíos y estuvo a las puertas de la muerte.  

Hablé con José, el párroco, y me dijo estas palabras: Mañana celebraré, no en mi casa como vengo haciéndolo este mes, sino en la parroquia; estaré solo, a puerta cerrada (tal como lo estamos viviendo en esta etapa de pandemia). Pero cuando rece el Padre Nuestro “oiré” a cientos de voces teresianas y juntos rezaremos al Padre común en cuyos brazos está Pepa, nuestra Hermana.

Me resultaron emocionantes sus palabras y sobre todo conmovedor el hecho de que precisamente el 2 de Abril se celebrarala Eucaristía en Quinto de Ebro, por una Hermana teresiana (dep)

Hna. Mª Carmen Aldanondo, stj

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