Bodas de plata de Virginia Mozo

En el mes de octubre he celebrado, junto a mi comunidad de Ávila, mis 25 años en la Compañía; la misma casa a la que llegué aquel 1 de octubre de 1995.

Un día bonito, lleno de cariño, de recuerdos y, sobre todo, de gratitud. Gratitud por todo lo vivido, por las comunidades en las que he estado: Ávila, Puebla (Madrid), Pez (Madrid), Ciudad Rodrigo, S. Cristóbal (Madrid), Salamanca… por la acogida que experimenté en todas ellas que me habla de nuestro ser de hermanas y que me concreta el Amor gratuito y fiel de Dios, en la salud y en la enfermedad, en la tempestad o en la calma…

La celebración, dadas las circunstancias, fue en comunidad, aunque también contamos con la presencia de Soledad Fernández Riesgo que fue mi maestra de Prenoviciado y Noviciado, así que me hizo mucha ilusión que pudiera compartir este día con nosotras.

Al mediodía, una mesa estupenda con una rica comida que prepararon las hermanas y… ¡regalos!. Por la tarde, de nuevo nos reunimos para agradecer juntas el amor y la fidelidad de nuestro Dios. Rezamos con la poesía de la Santa “Vuestra soy”, en la que se enumeran diferentes situaciones por las que podemos pasar a lo largo de nuestra vida, pero que nos recuerda que lo fundamental es que Dios viva en nosotras.

Agradecida por tanto don recibido, dejo en manos de Dios todo lo que está por venir ¡GRACIAS!

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