Nuestra hermana Aurora Agorreta, ha muerto a las 18.30 h. del día 21 de Agosto del 2024 en la paz del Señor a los 93 años de edad.
Cuando escuchamos en el evangelio la pregunta de Jesús: «¿Quién decís que soy Yo?» sabemos que Aurora ya puede responder desde el «cara a cara», iluminada por la claridad del Rostro amable de Jesús. Y ya sabe, en verdad, que es el amor pleno del Dios y Padre quien la recibe con los brazos abiertos para darle el descanso eterno.
Durante los años ha vivido entre nosotras, hemos podido disfrutar de su presencia. Porque ha sido una persona de buen corazón, incapaz de hacer un mal a nadie, discreta, sosegada, siempre buscando estar en segundo plano, y, si hay una señal de identidad que sobresale en ella, es la coherencia. Siempre vivió como creyó que debía vivir. Siempre hizo lo que creyó que debía hacer fueran cuales fueran las dificultades. Fiel a sus ideas, a su manera de entender el seguimiento de Jesús, cumplidora a rajatabla de sus deberes, de sus horarios, de las normas. . . .
Han sido largos años de vivir sintiendo el progresivo deterioro de sus facultades, pero ninguna limitación le impidió tener para todos una mirada de reconocimiento y cariño y una sonrisa dulce y luminosa. Su voz se fue apagando, pero no por eso dejó de responder, a su manera al saludo, al interés, a cualquier muestra de cercanía. Jamás en esta larga etapa se le ha escuchado una queja, una exigencia, una muestra de descontento.
Ha gozado del consuelo de convivir por años con sus hermanas de familia, a las que aconsejaba y protegía con gran cuidado.
Nos deja un buen recuerdo y muchos buenos ejemplos todo ello fruto de una profunda religiosidad, vivida desde la infancia. Siempre la recordaremos trabajando.
Unidas a nuestra hermana y a toda su familia le decimos: descansa en paz, Aurora, y danos una partecita de tu feliz encuentro porque hoy para ti, la vida ya se ha hecho PLENITUD.
El amor se le ha transformado en ENCUENTRO. Hoy es día de AGRADECER, de COMPARTIR, de GOZAR. iGracias, señor, por la vida de Aurora!