Una asamblea muy especial

Los días 6 y 7 de diciembre fuimos convocadas por nuestra Provincia, junto con algunos laicos, para una asamblea, esta vez en Tortosa, fue la última que se había programado para que todas, si queríamos, pudiéramos acudir a una, primero fue en Fátima, después Ávila y por último en Tortosa.

Nos congregamos 61 personas, venidas de diferentes lugares, era un muestreo de interculturalidad.

Ya en la habitación tuvimos una bienvenida, una postal que nos decía: ¡BIENVENIDO/A!, que nos animaba a subirnos al bus del Adviento y ser peregrinos de esperanza, un buen detalle.

El viernes en la sala, Esther dio la bienvenida a toda la asamblea, la mayoría habíamos acudido a Tortosa la tarde anterior, el fuerte viento, que en muchas ocasiones silbó, parecía hacer referencia al Espíritu, que nos había alentado en todo el tiempo de elaboración de la Planificación Provincial discernida, porque ahora sí, en este encuentro se nos iba a entregar dicha planificación ¡en papel!. Ya habían sido consultadas, programadas, recogidas… todas las aportaciones de todos los grupos: comunidades, laicas/os, equipos… Todos hemos podido pudimos dar nuestra palabra en esta planificación. Independientemente de los talleres que se montaron para el viernes en la mañana, todos muy interesantes y preparados por Hermanas o laicas, con mucho esmero, la asamblea fue eminentemente celebrativa: teníamos nuestra planificación 2024-2027, tan celebrativa fue que, el sábado antes de la comida, brindamos con cava. Incluso tuvimos tiempo libre, ¡una hora y media!!, ¿cuándo en un encuentro teresiano gozamos de tiempo libre? Eso sí, como en otros momentos disfrutamos de un buen ambiente, alegre, fraterno… buenas meriendas, buenas mandarinas… en fin, una asamblea distinta.

¡Gracias a todas por los momentos que vivimos, hasta pronto! (Pepi Creus, stj)

 

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