Mª Victoria Molins Gomila. 19 de febrero de 2025 (Barcelona Nàpols)

El día 19 de febrero de 2025 murió nuestra hermana Mª Victoria Molins, en la comunidad de Barcelona Nàpols.

«Me ha tocado en suerte un alma buena», decía Enrique de Ossó refiriéndose a sí mismo. Y eso podría decirse también de Victoria. Le tocó en suerte un alma buena, y ella fue acrecentando esa bondad a lo largo de su vida.

Nació, como Teresa de Jesús, un 28 de marzo y, como Teresa, fue la mediana entre 9 hermanos, y muy querida de su padre. Alumna del Colegio Teresiano de María Inmaculada, en la Rambla de Catalunya de Barcelona, a los 19 años entró en la Compañía, en donde ya estaban dos de sus hermanas mayores: Adela y María. Fue profesora en los colegios de Valencia, Madrid (Jesús Maestro) y Ganduxer, y directora de la Editorial STJ. Escribía sin cesar y sus libros fueron siempre muy solicitados. Más de setenta durante toda su vida. Los 30 últimos años de su vida los dedicaría sobre todo a los más pobres, excluidos, drogadictos, sin techo. Durante muchos años acompañando, en la cárcel, a aquellos que no tenían familia o estaban alejados de ella; en la Obra Social Santa Lluisa de Marillac, dedicándose a los enfermos de SIDA. Y simultáneamente escribiendo, pronunciando conferencias, transmitiendo con la palabra lo que desbordaba su corazón.

Finalmente, como respuesta a la petición del Papa Francisco, junto con dos sacerdotes diocesanos —Peio Sánchez y Xavier Morlans- se creó en 2017 el Hospital de Campanya de Santa Anna. En 2023, se constituyó la Fundació Viqui Molins, ¿con el objetivo de recoger el legado espiritual y material de Mª Victoria, que tantos amigos quieren conservar, para seguir sirviendo a los más pobres.

Pero, como decía un gran educador de calle: «Lo importante no es lo que se hace, sino desde dónde se hace». La respuesta, en Victoria, era una sola palabra: JESÚS. Desde Él, todo cobraba sentido: el trabajo, los gozos, las penas, las alegrías, el amor a los hermanos/as… Jesús fue siempre el centro de su vida. Amó mucho y a muchos. Amó apasionadamente, como no podía ser de otra manera. El amor de su vida fue siempre JESÚS: todo con Jesús, por Jesús, como Jesús, TODO POR JESÚS. Después de Jesús, sus grandes amores fueron LA COMPAÑÍA DE SANTA TERESA DE JESÚS y CATALUÑA. También su familia, a la que amaba con todo su corazón. A la Compañía le dio la vida entera, y ser teresiana —hija y discípula de Teresa de Jesús- fue siempre su mayor orgullo.

Esta página utiliza cookies para mejorar su contenido.    Más información
Privacidad
X