El pasado 23 de octubre se celebró en el Colegio Teresiano de Ganduxer la primera edición de La Nit dels Futurs, una velada que reunió a más de doscientas personas en un ambiente de compromiso y esperanza.
La iniciativa, organizada e impulsada por un grupo de laicos vinculados a Alumni, AMPA, la pastoral del colegio, MTA y las Obras Sociales, tuvo como objetivo acercar la Misión Social Teresiana en Barcelona (mstB) a las familias, el profesorado y los antiguos alumnos de Ganduxer. Fue una ocasión para poner rostro, voz y sentido a la acción social que, desde hace décadas, desarrollan Esclat, la Llar Enric d’Ossó y SaóPrat.
La Nit dels Futurs quiso ser un gesto de comunión y de misión compartida entre hermanas y laicos, una invitación a seguir tejiendo vínculos desde la convicción de que la transformación educativa y social solo es posible cuando se construye en red.
La Misión Social Teresiana de Barcelona (mstB) reúne las tres obras sociales de titularidad de la Compañía Santa Teresa de Jesús, en su totalidad o compartida con otras congregaciones religiosas, como ocurre con SaóPrat, donde colaboran también Concepcionistas y Maristas.
Estas tres entidades —Esclat, SaóPrat y Llar Enric d’Ossó— trabajan desde distintos territorios y realidades, pero con un mismo horizonte educativo y espiritual: acompañar a las personas, especialmente a niños, jóvenes y familias en situación de vulnerabilidad, en su desarrollo personal, formativo y social.
Cada una de ellas expresa, con su propio acento, el compromiso teresiano con la justicia y la dignidad:
- Esclat, en L’Hospitalet de Llobregat, ofrece una respuesta educativa y comunitaria integral a la infancia y adolescencia más vulnerable, fortaleciendo vínculos familiares y oportunidades formativas.
- SaóPrat, en El Prat de Llobregat, acompaña itinerarios de inserción social, educativa y laboral, impulsando la participación comunitaria y el empoderamiento.
- Llar Enric d’Ossó, en Barcelona y L’Hospitalet, trabaja junto a jóvenes extutelados y otros jóvenes sin red de apoyo familiar, acompañando sus procesos de emancipación, inserción laboral y autonomía plena.
Durante la velada, los asistentes pudieron conocer de cerca testimonios y experiencias de las tres entidades. No se trataba solo de presentar proyectos o cifras, sino de compartir una manera de mirar la realidad: la de la Propuesta Educativa Teresiana, centrada en la dignidad de la persona, las relaciones humanizadoras y la transformación social desde el encuentro.
Uno de los frutos más valiosos de esta primera edición fue el entusiasmo que despertó entre los asistentes. Muchas personas expresaron su deseo de participar activamente en la Misión Social Teresiana, ya sea como voluntarias, mentoras, donantes o colaboradoras.
La experiencia mostró que la misión compartida entre hermanas y laicos no es solo un ideal, sino una realidad viva que crece cuando se abren espacios para el diálogo, la escucha y la colaboración. El compromiso laical, enraizado en la espiritualidad teresiana, se convierte en un motor de creatividad y servicio que amplía y enriquece la misión.
En el fondo, La Nit dels Futurs fue una celebración de la mística del encuentro, núcleo de la Propuesta Educativa Teresiana: una manera de estar en el mundo desde la fe, el respeto y la solidaridad. Educar, acompañar, escuchar y transformar son gestos inseparables de esa espiritualidad que invita a mirar la realidad con esperanza y actuar con ternura y justicia.
Las tres obras sociales teresianas de Barcelona son hoy una expresión viva de esa mística que se hace acción: lugares donde se humaniza la educación y se transforma la sociedad desde lo cotidiano, lo comunitario y lo relacional.
La Nit dels Futurs fue, en definitiva, el inicio de un camino compartido, una propuesta que nació en el contexto concreto pero que mira más allá, hacia toda la red teresiana. Su verdadero valor estuvo en eso: en despertar conciencia, en tender puentes entre realidades que se complementan y en abrir nuevas posibilidades de colaboración y encuentro.
Porque el futuro de la Misión Social Teresiana se teje así, paso a paso, en comunidad. En cada gesto que une esfuerzos, en cada mirada que reconoce al otro, en cada iniciativa que nace del compromiso y la esperanza.
Y esa es, quizá, la huella más profunda que dejó La Nit dels Futurs: la invitación a seguir haciendo de la educación y de la acción social un acto de amor tangible, compartido y transformador.
Misión Social Teresiana en Barcelona (mstB)


