Del 6 al 15 de mayo he tenido la oportunidad de participar en el VI ECAM (Encuentro Continental Americano), que se ha celebrado en Santiago, Chile. Aunque es un encuentro para las provincias de América, desde el equipo organizador se invitó a participar a las provincias de África y a la Provincia Teresiana de Europa, para ser parte de la reflexión y de las búsquedas que se están desarrollando en la Compañía, en América. Hemos participado 84, laicos y hermanas, de los diferentes países.
El tema que nos convocó fue “Misión educativa en red”, y el objetivo, construir una visión compartida de la misión educativa de la Compañía en América, en el marco del proceso de reorganización que se está viviendo en ese continente, desde los rasgos de identidad de nuestra propuesta educativa teresiana.
El encuentro comenzó situándonos en la historia de las “Reuniones Latinoamericanas” y de los ECAMs anteriores. Dedicamos tres días a la iluminación teórica sobre aspectos clave: la ética del cuidado como el nuevo paradigma educativo; el modelo de trabajo en red; el mapa de misión como herramienta de discernimiento. Concluyó esta fase de iluminación con un panel de experiencias de trabajo en red, donde entre otras, la Fundación Escuela Teresiana presentó la dinámica de trabajo en red de los colegios en España. A partir de aquí comenzó un trabajo más detallado de las provincias para concretar los pasos posibles para América.
Además de toda la reflexión y trabajo compartido, los días del ECAM han sido un regalo precioso de encuentro y de familia. Nos une un mismo carisma y la urgencia de seguir construyendo el Reino por medio de las distintas obras y proyectos, y todos hemos sentido como estos vínculos, estos nodos de la red, nos unen y acortan las distancias entre nosotros, a pesar de los diferentes contextos en los que vivimos. La acogida de las hermanas y laicos de Chile, la belleza de ese país, los paseos y diálogos entre nosotros, el encuentro festivo… todo ha ido tejiendo y llenando de sentido de familia estos días. ¡Por todo ello… GRACIAS!
Ana Fuentes, stj