Jornadas de encuentro y oración (Ávila)
El 14 de septiembre se vivió una de las experiencias más bonitas del inicio de curso de las Jornadas de encuentro y oración que llevó por nombre:” JUNTOS ANDEMOS, SEÑOR” ¡Atención! El viaje comienza aquí, organizado por la casa de Espiritualidad Santa Teresa de Ávila.
Un total de 41 personas llegadas de distintas provincias como Mora de Toledo, Valladolid, Madrid, Salamanca y Ávila, estuvieron compartiendo un día de aprendizaje y conocimiento espiritual en compañía de nuestra guía Santa Teresa, que nos motivó a caminar o como ella decía, a volar como las águilas.
Este encuentro tuvo dos momentos. En el primero, la hermana que lo orientaba, Fátima Gil, nos invitaba a estar atentos e iniciar nuestro camino, a vernos a nosotros mismos y mirar desde dónde partimos este curso y cuál es la hoja de ruta para llegar a donde nos gustaría estar al finalizar el curso. Nos señaló cómo iniciar nuestro proyecto de vida, de verlo como algo sencillo, un plan personal con metas y acciones para descubrir nuestro “hilo de oro” que Dios tiene preparado para la vida de cada uno. Cómo ver los tropiezos como una bendición disfrazada y nos habló de tres personajes que descubrieron y escucharon el llamado del Señor: Agar, Jacob, Ruth y Noemí.
La historia de estos personajes nos demuestran una y otra vez que Dios tiene un propósito para cada uno de nosotros, que si prestamos atención al llamado podemos escuchar su voz, como lo hizo cada uno de ellos.
Después de un rato de oración-reflexión personal, compartimos varios testimonios de vida y de cómo uno en el momento no reconocía que ése era un llamado de Dios pero cuando escucharon la historia de los personajes entendieron que el Señor sí los había llamado.
En el segundo momento tuvimos la oportunidad de escuchar y compartir el tema: cuatro imprescindibles para el camino. Nuestra hermana comentaba lo importante de hacer una ruta, de hacer con calma nuestro equipaje, de elegir bien qué debemos llevar.
En el camino nuestro equipaje tiene que contar siempre con la atención que implica que queremos iniciar un camino de transformación. De cómo perder peso en nuestro equipaje, dejando ir lo que no nos deja vivir en paz, felicidad y libertad. De saber optar por lo positivo, de cómo ver en lo negativo algo positivo, de cómo descubrir y utilizar nuestro tiempo, de ser capaces de establecer un contacto con Dios.
Finalizamos la tarde con una actividad de reconocer, a través de una palabra, cómo nos sentíamos después del encuentro y de colocarlo en el camino; la gratitud y la paz se sentían en el ambiente.
El maravilloso equipo que coordinó la Jornada y que estuvo acompañando el desarrollo de la misma, estuvo formado por hermana Fátima Gil, en colaboración de la hermana Isabel del Valle. (Yiliana Cortorreal)