El día 27 de junio, ya finalizando el trabajo del curso, celebramos la jornada de pastoral, recorriendo menos espacios del colegio de los planificados por el calor no habitual y muy húmedo de esos días.
Como se ve en la organización que adjuntamos en la fotografía, hacíamos un recorrido para descubrir aspectos de la pastoral que, en el día a día, se nos pueden pasar desapercibidos al responder a lo inmediato y urgente desde la prisa y los plazos.
Este encuentro fueron unas horas de calma, de reflexión tranquila y sin la premura habitual.
Su final estaba previsto en el jardín de nuestra casa. Fue muy bueno y simbólico por muchas razones:
- La acogida de las hermanas, siempre contentas de recibir al profesorado y recordar sus años en activo.
- El tema a tratar en ese momento: visualizar un testimonio de Jaime Lorente hablando de la fe recibida en su casa. Es bonito, en el compartir posterior, hablar de fe y escuchar el testimonio de las Hnas. desde la atalaya de la edad y la experiencia de vida.
Si podéis no dejéis de escuchar esta experiencia espiritual, un testimonio precioso y valiente.
- El agradable ambiente del jardín de nuestra casa nos hablaba del descanso y el espacio que nos da Dios que nos calma y alivia en las dificultades.
Fueron unos minutos entrañables. El profesorado que lleva más tiempo en el centro sabe que somos casa abierta para acogerlos y compartir con ellos como hemos hecho en otros
momentos.
Ojalá el próximo curso, como proponen, algunos alumnos y alumnas hagan algún día aquí un voluntariado y compartan juegos de mesa con las Hermanas. Han dado mucho y todo en la tarea del día a día durante muchos años y ahora les toca recibir y acoger el cariño y la dedicación de otras personas.
Marta Suárez y Carro, stj