Tres siglos imprescindibles
Tras la fundación de la Compañía en 1876 por San Enrique de Ossó, se fundaron colegios en Enguera y Alzira; este último se trasladaría a Valencia en 1873.
A principios del siglo XX se levanta en la calle Cirilo Amorós el nuevo colegio, de estilo neogótico, enfrente mismo de otro edificio emblemático reconocido como una de las joyas arquitectónicas de la ciudad y del modernismo valenciano: el mercado de Colón. Allí, durante casi setenta y cinco años, se formó al alumnado con el sello teresiano.
A finales del siglo XX se traslada el colegio a El Vedat de Torrente, manteniendo la misma calidad educativa y potenciando nuevas corrientes pedagógicas en sus aulas. Desde 1975 hasta 1980, se configuran todos los niveles de enseñanza, desde preescolar hasta COU.
Ya en el siglo XXI nos encontramos con un colegio en constante transformación. Nuestro carisma e identidad teresiana, fuertemente arraigada en la comunidad educativa, son el motor para afrontar los retos de este siglo.
El centro está comprometido con favorecer procesos aprendizaje mediante la organización curricular y los enfoques multidisciplinares basados en proyectos de comprensión, las competencias básicas y nuevas destrezas, la utilización adecuada de las TIC, las acciones cooperativas, el PBL, además de métodos que respondan a la pedagogía de las inteligencias múltiples: ENTUSIASMAT, AMCO, etc.
Un reto fundamental en nuestro centro es la inclusión educativa y la atención a la diversidad. El Gabinete de Orientación en coordinación con el profesorado realiza la planificación y seguimiento del alumnado que así lo requiere, con gran dedicación y sensibilidad a esta realidad cada vez más presente.
En los últimos años, se está haciendo una apuesta importante dando respuesta a la necesidad de ser competentes en idiomas, por ello se ofrece en el colegio el Bachillerato DUAL, los exámenes oficiales…, que favorecen la obtención de nuevas acreditaciones oficiales.
Mantenemos el carisma teresiano que queda reflejado en todo aquello que hacemos porque: “Educamos para capacitarnos, para vivir la vida en relación con los demás y con la realidad, abiertos a la trascendencia y a la relación con Dios-Amigo” (PEI).
Un momento destacado y compartido con toda la Escuela Teresiana es el “Cuarto de hora de Oración”, que desde hace dos cursos se ofrece a las familias los primeros lunes de mes.
Nos sentimos muy privilegiados como escuela teresiana. Nuestros alumnos y alumnas son nuestra verdadera razón de ser, y nuestro compromiso es comprometernos por su educación integral y la transformación social.