El colegio está situado en el barrio de Gràcia de Barcelona desde el 25 de julio de 1880. San Enrique de Ossó valoró tanto esta fundación que para iniciar su tarea envió a dos de las hermanas fundadoras de la Compañía de Santa Teresa de Jesús.
El colegio y la comunidad de hermanas estuvieron en diferentes lugares del barrio hasta que, en 1889, se llegó a la ubicación definitiva.
El edificio fue incendiado durante la Semana Trágica de Barcelona en el año 1909. En el mes de marzo de 1910, en el mismo solar, se puso la primera piedra del nuevo colegio.
A finales de los años 60 adquirió la fisonomía actual y a principios de los 90 se construyó el nuevo edificio situado en la calle Grassot, que quedaba unido al antiguo edificio del colegio por la parte interior.
El estilo educativo del colegio es el que emana de la Fundación Escuela Teresiana y que se recoge en la Propuesta Educativa, queremos “educar educándonos”.
Creemos en la fuerza transformadora de la educación y por eso trabajamos por ser una escuela abierta que educa desde el contexto sociocultural en el que nos encontramos. Fomentamos el desarrollo integral de niños y adolescentes optando por la persona a través de la atención a la diversidad, la acción tutorial como medio privilegiado de atención personal y grupal, y la orientación educativa. Proponemos una escuela de calidad basada en la constante actualización pedagógica y renovación metodológica, que fomenta el uso de las TIC y apuesta por una escuela multilingüe que pretende formar a los alumnos para integrarse mejor en los ambientes universitarios y laborales posteriores. Por ello facilitamos a los alumnos el estudio del Bachillerato Dual y la posibilidad de obtener diversas certificaciones de inglés y alemán.
Nuestro compromiso como escuela teresiana se vive en el día a día, especialmente en la atención personalizada hacia nuestros alumnos. La formación en los valores se promueve en el quehacer diario y en el desarrollo de proyectos concretos. Tenemos la suerte de formar parte de FundEO, de la “Escuela UNESCO”, de “Escoles amb Cor” de Cáritas y de las “Escuelas Sostenibles”, además de trabajar en proyectos a partir de la metodología del movimiento Design for change. Todo ello favorece la sensibilización hacia las necesidades de las personas de nuestro mundo, el cuidado del entorno y la solidaridad.