Colegio María Inmaculada – Mora (Fundación Escuela Teresiana)

La historia de nuestro colegio tiene que ver con un viaje en tren: el que realizaban los miembros de la Junta encargada de buscar una congregación que se hiciera cargo del centro que estaba ya prácticamente construido en la calle Honda, en un solar cedido por Dª María Martín-Maestro Millas. Eran los primeros años veinte y en Mora ya existían escuelas dependientes del Ayuntamiento. El nuevo colegio pretendía transmitir los valores evangélicos y los conocimientos humanísticos y científicos.

La Junta Gestora viajaba para encontrarse con la congregación de las Damas Negras cuando se topó en el mismo vagón con una Hermana Teresiana. Ella les contó su misión, los lugares en los que estaban establecidas y el carisma ligado a Santa Teresa de Ávila. Su relato les convenció y el encuentro fue el inicio del colegio María Inmaculada, que comenzó su andadura en el curso 1920-1921.

Desde ese momento, las Teresianas de Mora han formado a cientos de alumnas y alumnos, a los que han abierto la mente a la ciencia y el corazón al amor. En la actualidad, forma parte de la Fundación Escuela Teresiana, y cuenta con alumnos escolarizados en los niveles de Infantil, Primaria y Secundaria.

El proyecto del que estamos especialmente orgullosos es el de “Alumnos Ayudantes”, que lleva en funcionamiento desde hace ya diez años e implica a toda la comunidad educativa. Consiste en la selección y formación de un grupo de 24 alumnos, desde 5º de Primaria hasta 4º de ESO, que cumplen las siguientes funciones:

  • Acoger a los alumnos recién llegados al centro y facilitar su integración en algún grupo, tanto en el aula como fuera de ella. Además les informan sobre los aspectos fundamentales de la Pastoral Teresiana como el cuarto de hora, convivencias, fiestas, etc.
  • Detectar y ayudar a los alumnos que están pasando un mal momento, escuchándoles y prestándoles atención.
  • Intervenir cuando algún alumno se meta con otro compañero, intentado siempre llegar a un acuerdo.
  • Detectar conflictos, analizarlos y buscar posibles soluciones antes de que aumenten.

El colegio ha recibido un reconocimiento del Ayuntamiento de Mora por este programa en el que los alumnos ponen en práctica valores cristianos como la gratuidad, la comprensión y la solidaridad.

 

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